Monique Bastiaans nació en Jemappes, Mons, Bélgica en 1954.
Su madre era belga y su padre holandés.
Vivió su infancia en Tilburg y en Margraten, Holanda.
En 1972 se traslada a Utrecht, donde se licencia en la especialidad de escultura en la Facultad de Bellas Artes de Utrecht, ciudad donde expone por primera vez en 1982. En Holanda hace numerosas exposiciones, realiza varios encargos y forma parte de colectivos de artistas contemporáneos como Atelier Tij y De Blauwe Wissel que comparten edificios para trabajar y organizar exposiciones y encuentros.
Hace esculturas en bronce y aluminio. Al principio eran figuras humanas que se iban transformando poco a poco en pájaros y, curiosamente, las últimas esculturas realizadas en Holanda antes de emigrar a España han sido pájaros volando.
En ese último tiempo en Holanda le molestaba el proceso tan lento de la fundición en bronce y empieza a pintar para poder trabajar de manera mas espontánea.

En 1988 se traslada con su pequeño hijo a España donde se establecen en Chiva, Valencia. Sigue con la pintura y durante unos años retrata personajes marginales y arcaicos.
Coincidiendo con su traslado al campo en 1992, vuelve a sus raíces escultóricos y gracias a los años que ha estado pintando, su manera de trabajar es más directa. Utiliza materiales nuevos como la madera, el caucho, el poliester u objetos encontrados y reciclados.

En 1994 realiza la intervención Red y Azul en las antiguas fabricas Cross en Valencia dentro de una exposición colectiva que reivindica la memoria industrial.
Esto fue el comienzo de sus numerosas instalaciones e intervenciones en espacios públicos y en la naturaleza.
Se inclina por lugares no convencionales de exposición, lugares vividos, donde se instala un tipo de obra de características morfológicas que le dan al espacio un aspecto más vivo y menos objetual.

En 1997 conoce al compositor Leopoldo Amigo y empieza una colaboración y amistad entre ambos que generará tanto las múltiples composiciones musicales de Leopoldo Amigo para las piezas de Monique Bastiaans, como al inverso, la creación de obras escenográficas para sus conciertos multimedia.
Cada vez mas el propio espacio expositivo se desarrolla como objeto en sí mismo, y más teniendo en cuenta que se trata de obras creadas para ese mismo espacio, lo escultórico, la música y el espacio, se funden irremediablemente.

En 1998 participa con la obra ”According to international rules” en la primera edición de Cabanyal Portes Obertes, proyecto de intervenciones artísticas, que surge frente a la amenaza para la supervivencia del barrio del Cabanyal de Valencia por los planes urbanísticos. Su preocupación por el bienestar y la justicia social le hacen participar en tres ediciones más.

Siempre presta gran importancia al lugar donde va a exponer, al espacio o entorno que acoge su obra. Acostumbra a trabajar cada proyecto pensando en un lugar específico y atendiendo a las características específicas de ese lugar, tanto si se trata de una sala de exposiciones como de un espacio abierto, ya sea urbano o en la naturaleza.
Busca integrar la obra en el entorno y que se produzca más que un diálogo, una relación de autoimplicación, casi por necesidad.

Las intervenciones que realiza en la naturaleza, a pesar de que los materiales utilizados son a menudo sintéticos, parecen formar parte de esa naturaleza que las rodean. Formas orgánicas y materiales sintéticos viven en simbiosis con el entorno en un diálogo de contrastes entre materiales, no entre formas.
“¿Quién soy yo para torturar unos árboles con la pretensión de que el resultado sea mejor de lo que era antes?”, se preguntaba en Ribarroja del Turia mientras trabajaba en el proyecto de la intervención “Adeu tristesa”, (2000) que transformó un campo de naranjos muertos por la enfermedad de la tristeza en un huerto de color e ilusión.
El respeto que siente hacia el entorno es también una de las razones fundamentales del carácter efímero de la mayor parte de su obra.
La interacción entre la obra y el entorno se presenta de forma sutil, como por ejemplo el movimiento de la brisa y los reflejos del sol en las mallas de nylon de “Mediodía se celebra en el interior” (2001).

En su constante diálogo con la naturaleza también invierta el concepto de land art y, desde el punto de partido de lo artificial, realiza una recreación de la naturaleza en su estado más puro.
Un factor constante en su obra es la pretensión de romper nuestra mirada rutinaria, confrontándonos con otros conceptos de la realidad. Quiere apelar a nuestra desaparecida disposición al asombro visual y hacer observar la belleza consoladora de la realidad que nos rodea.

Por cuestiones logísticas, le realización de sus proyectos de grandes dimensiones en lugares lejanos son mas complicados. Eso le lleva a desarrollar unas ideas y un método de trabajo que consiste en hinchar, estirar o rellenar la obra en el lugar de destino. (Bactracio 1998 Suecia, Mediodia se celebra en el Interior 2001 Gran Canaria, Helphola 2001 Lanzarote, Ombligos Mirandose 2007 Japón).

En el año 2002 imparte clases como profesora de escultura en la facultad de B.B.A.A. de la Universidad de Castilla – La Mancha, Cuenca.

Sus trabajos no se ciñen a una disciplina estricta, de hecho la conjunción de elementos y recursos diversos es algo recurrente en su poética. Y no sólo por compaginar materiales y técnicas dispares, sino también por investigar denodadamente en ese fértil frente existente entre objeto y contexto.
Sus obras parten de la pretensión de introducir elementos lúdicos en paisajes cotidianos, tanto rurales como urbanos, creando a la vez una relación tan intensa que los mimetiza. Conjuga cuerpos extraños, crea uniones imposibles que se resuelven con éxito ante la mirada incrédula del transeúnte.

La referencia matérica es una constante. El empleo de tejidos, plásticos, siliconas, hacen que esté en una continua búsqueda de soluciones técnicas, formales y estéticas. Hacia el 2006, empieza a investigar y a experimentar la creación de sus propios materiales y texturas, a inventar materiales según sus necesidades, según lo que quiere expresar en cada obra. Sustituye las fibras de los vegetales por estructuras industriales que puedan sostener la escala de su nueva configuración. Esa sustitución de los elementos resistentes hace posible sobredimensionar a esos seres etéreos sin perder la sensación de delicadeza. Formas orgánicas elaboradas con elementos que provienen de la revolución industrial, una naturaleza reinventada, sintetizada.

Se deja influenciar por el pop art. El empleo de técnicas como la seriación o repetición, el intenso colorido y uso de elementos cotidianos de la vida contemporánea como flotadores, globos o pelotas, hacen que beba constantemente de la cultura popular. No obstante, llama la atención que esos elementos que recoge y que son de uso habitual adquieran una lectura completamente diferente cuando se emplean en un entorno y con una finalidad desemejante.

En la exposición ”Las Ideales” (2012) los materiales empleados son más amables. Redescubre el cartónpiedra y el engrudo (materiales típicos de las Fallas de Valencia). Opta por seguir en esta línea de materiales sostenibles y empieza a experimentar con la cerámica y el hierro.

Aunque los materiales que emplea van variando a lo largo de los años, la temática de su trabajo se repite. La naturaleza, lo femenino, la fertilidad, pero también la sociedad, la filosofía, la espiritualidad y la religión son temas recurrentes que expresa en su obra de manera lúdica y a la vez reflexiva.

Mientras en la exposición Plaisir de Fleurir (2007) reflexionaba sobre el camino espiritual individual dentro de un santuario lúdico, la exposición Als het Ware ( 2014) cuestiona la Verdad Absoluta y quienes la defienden. Para la escultura M-Klok ( 2014) dentro de esta exposición, vuelve a trabajar con un compositor, esta vez con un viejo amigo de Utrecht, el músico y compositor Sander van Herk.

Durante una residencia en Holanda en el 2015 realiza ”Digitaalzaad” una obra participativa con las huellas en terracota de miles de personas. La obra fue encargada para el nuevo edificio del ARCUS College en Heerlen.

Monique Bastiaans vive y trabaja en Chiva, Valencia, España.